¿Cuántas veces habré recibido casos de lectores que me comentan que tienen una fuerte necesidad de volver con sus ex’s sabiendo que no deben hacerlo? ¿Cuántas veces ellos tienen que luchar contra una fuerza externa más allá de sí mismos y no todos logran eliminarlo, no todos logran alejarse definitivamente de esa persona que tanto les hace daño?
A esta clase de imán negativo se le llama apego, cuando dejas de discernir entre lo que te hace bien o mal y simplemente quieres estar al lado de esa persona a cualquier precio, sin importar si ello te restará energía vital. Porque, admitámoslo, hay veces que las personas apegadas quieren regresar con un ex y este se aprovecha de lo débil que está la persona y en vez de regresar para que la relación mejorase, por el contrario, las cosas van peor que antes.
¿Entonces cuál es la raíz del apego? ¿Por qué se genera? ¿Qué podemos hacer para evitarla a partir de ahora y cultivemos una vida y una mentalidad menos propensa a estar sometiéndose a personas que no valen la pena? Todo comienza con las costumbres y en este artículo diferenciaremos 2 tipos de costumbres.
La costumbre de haber estado con tu ex durante mucho tiempo
Es evidente que una persona cuya relación fue de 8 años le será un poco más difícil de superar a comparación de quien pasó por una decepción amorosa con alguien de apenas 1 año.
Aunque, como todo en la vida, el tiempo es relativo y los sentimientos se manifiestan de diferentes maneras en cada persona. Hay quienes que tan solo les basta con que tengan un año de relación para que se creen un profundo apego, mientras que la persona que vivió 8 lindos y buenos años al lado de alguien a quien amaba (sin haberse creado una dependencia fuerte o habiéndose desenamorado poco a poco), puede pasar página mucho más rápido que el de 1 año.
Como bien te puedes dar cuenta todo esto es relativo, pero muchas veces sucede que cuanto más años han transcurrido, la costumbrees mucho más fuerte.
Te acostumbraste a ver a esa persona todos los días apenas te levantabas, te acostumbraste a que preparasen la comida todos los días, a que alguien te hiciese reír cuando estabas triste, te acostumbraste a que alguien te llevase a los lugares que quisieras porque esa persona estaba a tu disposición, te acostumbraste a la idea de que siempre habrá alguien que te eche una mano en tus momentos más difíciles. Pero olvidaste que todo lo que hacías junto a esa persona, también lo podías hacer por tu propia cuenta…
Te acostumbraste a ir al cine solo al lado de tu pareja porque piensas que ir solo o con tus amigos ya no es la misma cosa. Te acostumbraste a decir a todo el mundo que tienes una pareja para ya no incomodarte por cada vez que te preguntaban si tenías pareja. Te acostumbraste a la SEGURIDAD que era tener pareja, a lo fácil que era refugiarse tras esa persona en caso de que a ti no te saliera como lo esperabas.
Lo que te falta entender es que todo lo que ahora parece que no tiene sentido sin esa persona, con el tiempo, verás que tú mismo(a) también lo puedes hacer.
A partir de ahora debes quitarte la costumbre de pensar que no eres nada sin esa persona o que no eres lo suficientemente capaz. Con el tiempo y con la nueva costumbre de estar solo(a) descubrirás tu verdadera capacidad para sobrellevar bien tu vida personal.
El problema con muchas personas en la actualidad, especialmente de las que viven con mucho apego a su pareja, es que desde pequeños les han enseñado que al lado de una persona que “les haga feliz”, lograrán realizarse como personas, lograrán tener una linda familia y así serán el orgullo de sus padres, la envidia de sus amigos(as) y el ejemplo de la sociedad, etc… El problema es que uno se lo toma tan en serio eso, que ya tiene miedo a estar solo y cree (porque ya se ha acostumbrado a vivir siempre con una pareja al lado) que no podrán hacer cada una de las cosas que se propusieron hasta que encuentren a alguien que valga la pena.
Todo lo que tienes en mente puedes hacerlo desde ahora mismo. Imagina que si tú eres capaz de ser auto-suficiente, tienes la capacidad de lograr aquellas cosas que te propusiste, imagina lo que serías tú al lado de una persona a quien ames.
No me estoy refiriendo al hecho de que pienses que solo cuando encuentres a alguien especial, lograrás lo que te propusiste, sino al hecho de que lograrás más de lo que solías hacer, tener y sobre todo SER.
¡Qué bonito sería si a partir de ahora las personas tuvieran la buena costumbre de ir adquiriendo esta nueva forma de pensar! ¡Seguramente nos ahorraríamos muchas futuras decepciones amorosas o mucho sufrimiento en vano!
Es cierto que todo este tiempo te has acostumbrado a pensar de determinada manera con determinada persona. Probablemente tu ex ha estado contigo durante muchos años, probablemente y como en algunas personas sucede, ya ha compartido contigo prácticamente la mitad de tu vida. Es cierto que tienes que luchar contra años de costumbre.
Pero el problema es que esa costumbre no solo ha estado en la relación de pareja, sino en tu vida en general. Ahora te lo explico con la siguiente clase de costumbre.
La mala costumbre de no tener iniciativa ante el cambio
Supongamos que toda tu vida has tenido una forma de pensar con respecto a las relaciones de pareja, pero ahora bien, comparémosla con tu forma de pensar en el área laboral, con tus amigos, etc… Te darás cuenta que, inevitablemente, todos se alinearán al mismo nivel y pareciese que actuasen de formas similares.
Digamos que eres de esas personas que tiene poca iniciativa al cambio, siempre deseas que todo esté tal como hace un año. Quieres mantener exactamente el mismo puesto laboral (y posiblemente ya no aspires a tener un mejor puesto porque tal vez te arriesgues demasiado y no quieres perder tu posición de seguridad). Lo mismo también sucede en el área de las amistades: No eres tan abierto a las nuevas posibilidades de entablar nuevas amistades. Recurres a los mismos amigos de siempre. Y, si por allí te proponen ir de viaje durante un año a un país diferente, te dan una buenísima oportunidad para que te desarrolles tanto laboral como profesionalmente, lo pensarás demasiado antes de tomar la decisión pero de alguna manera, te gustaría permanecer siempre en el mismo lugar de donde naciste, de donde viviste “lo mejor de tu vida”, etc… Piensas: “No… ¿Cómo voy a dejar a mi familia, la vida que tanto me costó construir aquí?”.
Tú ya entenderás a qué me refiero.
El punto al que quiero llegar es que los problemas que tengas en el área sentimental no son más que un reflejo de tu vida en general.
Si tienes miedo al cambio, si te afectó demasiado que te rompieran el corazón, si tus pensamientos son negativas y en ningún momento ves lo positivo de tu situación es más que probable que si te despidiesen del trabajo de tus sueños, te sentirías igual de fracasado(a), y te hundirías rápidamente en la depresión y tal vez te negarías a buscar otro más.
Es por eso que a partir de hoy debes eliminar esa mala costumbre de no estar abierto a la posibilidad del cambio.
Todo en esta vida cambia, se renueva, se actualiza. Es momento de que madures y empieces a ver las cosas de otra manera ya que desear que todo sea igual a como tú siempre has deseado que fuere, te dará mucho sufrimiento. A menos que seas extremadamente manipulador y juegues sucio en esta vida, lograrás ese objetivo, pero a costa de tu paz mental.
Me preguntaban cómo eliminar la costumbre y así evitar volver a caer en los brazos de tu ex (y aquí hablamos de alguien que no te conviene).
Mi respuesta, después de toda esta larga explicación, es muy sencilla: Cambia la vida que tienes. Posiblemente durante 3 años has vivido la misma rutina de siempre y tu mente te exige algo que falta para que esa rutina sea como lo fue siempre, le falta a tu EX, así que a partir de ahora tienes que crear una rutina diferente, QUE TE HAGA FELIZ y que no incluya a tu ex, por lo tanto debes tener una iniciativa al cambio.
Sé que probablemente eso implica tener que renunciar a muchos de los sueños que tenías con esa persona, pero te aseguro que desde el momento en que veas esta ruptura amorosa como una nueva oportunidad de empezar de cero, te sorprenderás de aquí a 1 año, con una vida diferente y mejor, y posiblemente ya no tengas tiempo de recordar a tu ex porque estás tan ocupado(a) en tus metas personales.
Haz el intento de cambiar de mentalidad. El mismo tiempo que empleas en pensar negativamente lo puedes hacer de forma positiva.
¿Y tú ya tomaste la decisión de cambiar esas malas costumbres a partir de hoy?
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Nos vemos la próxima semana con un nuevo artículo!
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